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Parque arqueológico

Lo que vemos no son restos, sino los cimientos de un palacio que finalmente no se construyó.

La mujer de Idiáquez comenzó con las obras, pero su hijo decidió detenerlas. Enamorado de la donostiarra Gracia Olazabal, construyó el convento de San Telmo, para ser enterrado allí junto a ella.

Debajo de los cimientos, han aparecido restos de una necrópolis de la Edad Media, además de la muralla que defendía antiguamente la villa, la estructura hidráulica de un molino de 1332 y los restos de un magnífico palacio renacentista (que mandó construir Alonso Idiáquez en 1530).